sábado, 3 de agosto de 2019


Una sombra ya pronto serás

 
 
 
 

POR ALBERTO CARBONE

 

Queda poco tiempo

Falta muy poco.

Las PASO configuran un adelanto de lo que sucederá finalmente.

Un anticipo. Una advertencia.

El tiempo se estiró sin tegua, ¡se hizo de goma!.

Cuatro años de gobierno imposible de aguantar…

¡Cuatro años de desgobierno!.

Lo cierto es que si bien hay que esperar a diciembre para que concluya, la experiencia de las elecciones Primarias ejercerá su impronta como anticipo, como antecedente, como cachetazo final.

De todo lo que hemos vivido como sociedad me queda un único interrogante. ¿Será capaz el pueblo argentino, ese gran elector, de aprender de sus errores?.

Necesitamos creer, tener la convicción de que finalmente la sociedad aprende y corrige. Muchos estafados podrán hacerse oír a través del sufragio.

Quiero creer.

Necesito creer.

Yo sé que existe gente que ignora. Sé que existen quienes viven más cómodamente en la ignorancia. También sé que los hay necios que jamás reconocerán estar equivocados, o haberlo estado.

Pero creo que quienes persisten en el error por necedad son los menos.

Quiero y necesito creerlo.

Sabe que pasa. Que a través de los años, uno advierte que la vida es una sola y que fluye, se evapora entre los dedos. Que al fin de cuentas, son muy pocos los años de satisfacción, de alivio, de salud generalizada que se pueden disfrutar.

Son muy pocos años para cubrirlos de necedad, de incomprensión, de ignorancias.

Quiero y necesito creer que estos últimos años de dolor, de incertidumbre, de destrozo moral y cívico, representados por la “Era Macriana”, le dolieron a la gran mayoría de los argentinos.

Quiero creer que el mejor equipo de los últimos cincuenta años va a pagar todo lo que rompió y que el principal aporte será responsabilidad del Director Técnico.

Uno a uno tendrá que responder por los desaguisados. Uno a uno tendrá que hacerse cargo y responder con su patrimonio, como lo haría cualquier hijo de vecino.

Y después que todos y cada uno se transformen en un mal recuerdo.

En testimonio de un pasado inaudito que le tocó vivir a una sociedad que en su mayoría eligió no saber, no pensar, no entender. Por ignorancia o por necedad, un camino de espinas de mal trago y sinsabor.

Pero que este recuerdo de dolor de cuatro años de letargo y destrucción quede como un ejercicio de memoria para que no vuelva a ocurrir. Para que ni se nos ocurra reincidir en la catástrofe.

Que quede en la memoria como una “sombra”. Una lejana y permanente oscuridad que nos convoque a repensarnos como sociedad y a advertir que toda vez que olvidemos el camino del trabajo, de la humildad, del esfuerzo por incrementar el mercado interno, el olor de las fábricas, el humo de las chimeneas, el espíritu del que trabaja para ver crecer a sus hijos en la alegría de la escuela. Cada vez que nos tentemos a vivir en la incertidumbre y a luchar todos contra todos en beneficio de unos pocos que jamás somos uno de nosotros, ese día que la sombra se haga luz y nos ayude a corregir el camino.

Muchos a quienes advertí en su momento que la opción Macriana era un fiasco hoy lo reconocen. Muchos le digo, se lo aseguro.

Creo que más del cuarenta y seis por ciento del Padrón electoral van a elegir a la opción de “Todos”, además, no creo que el oficialismo supere el treinta y seis por ciento.

Para mí las “cartas están echadas”. Las especulaciones de los encuestadores y las bravuconadas de los Medios Concentrados solo son grandes estertores.

La verdad caerá sobre la mesa de la cocina de cada hogar, el domingo 11 de agosto en horas de la noche.

Este año la gente va a votar a favor de los argentinos que trabajan.