miércoles, 17 de febrero de 2016

La tétrica mirada de la muerte
El Estado que parimos o el Estado que nos parió

Por Alberto Carbone

La estrategia macrista planteada en la supuesta creencia de que con el solo advenimiento del nuevo gobierno renacería la esperanza de cambio o consolidación económico-política, se está diluyendo.
Para empezar, los autoproclamados ideólogos  de la aventura neoconservadora, no advirtieron, subestimaron o sencillamente ocultaron, los avatares del factor externo, para realizar un corrector análisis de situación de la realidad nacional y de su incidencia y vulnerabilidad interna.
Está más a la vista que se les ha escapado de control la variable económica. Después de los beneficios repartidos a los sectores de mayor poder, como las quitas de retenciones, la apertura de importaciones, la devaluación y suba de precios, esperando como contrapartida una respuesta eficaz de los agraciados que coadyuven a encaminar la gobernabilidad, han recibido una respuesta de extremo interés: estos factores de poder han contestado con el bolsillo.
En el sector externo no les fue mejor. Los bonistas buitres siguen reticentes a acordar ofertas que de seguro han pensado en las oficinas de  Thomas Griesa en nombre de nuestro país. Mientras tanto, el ministerio de Economía sobrevuela todas estas variables y no atina a dar respuestas eficientes a ninguna de ellas.
Luego del receso impuesto por la etapa estival, los Sindicatos comenzarán a dilucidar el lugar que les corresponde reclamar dentro del pretendido “sinceramiento” macrista.
El mes de abril del corriente año será significativo. Los grandes gremios de la producción seguramente exigirán una respuesta idónea que restablezca el poder adquisitivo derrumbado por este joven gobierno de viejas y conocidas caras.
La propuesta salarial docente, que eleva el sueldo un cuarenta por ciento para el mes de julio, es un atisbo de lo que sucederá.
Si los docentes pueden acceder a este determinado monto, qué conseguirán entonces los sindicatos de específica raíz industrialista.
Pero si el sector externo continúa endurecido y la fluidez de la corriente de divisas no se encamina hacia dentro de nuestras fronteras, todo lo contrario de lo que parecería indicar, porque es posible un corrimiento de inversiones hacia el Brasil, qué otra salida le queda a un gobierno como este, orientado al debilitamiento del poder del Estado que no sea continuar devaluando la moneda?.
Si el macrismo no endeuda fuertemente a la Nación, en el presente estado de situación, no tendrá divisa suficiente para emitir dinero y no podrá hacerse cargo del abultado déficit interno, tanto el heredado como el que comenzaron a desplegar en el nuevo gobierno.
El mentor de la figura de Macri y de Cambiemos generó expectativas en la población, asentadas en la promesa superadora de la nueva realidad, en el shock de confianza interna y externa que inspiraba el cambio. La derrota de esta aseveración, la simpleza o estrechez de análisis, está a la vista.
No solo el oficialismo está cumpliendo con las metas que le configuran los factores financieros de poder real nacional e internacional sino que además estos grupos todavía no están seguros de la sinceridad del gobierno y solamente atisban a hacerle una venia. Congratulados por la vuelta a casa de la Argentina, por su realineamiento y reconfiguración dentro del panorama internacional y de los requerimientos del Dios Mercado Capitalista

Los factores de poder le hacen al oficialismo nuevamente una venia. Como una expresión, una señal: la tétrica mirada de la muerte.

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