lunes, 25 de diciembre de 2017


La Pena Bombardeada

 

Alberto Carbone

 

 

…aunque tú no lo sabes, nos queda todavía, en medio de esta heroica pena bombardeada,
la fe, que es alegría, alegría, alegría. Rafael Alberti

 

 

Otro año culmina.

Otro sempiterno desojar de pétalos. Trescientos sesenta y cinco.

La flor descarnada. Despojada.

¿Es tan difícil acaso, soñar un país con igualdad de posibilidades para todos quienes lo habitan?. Así parece.

La construcción mediática ha logrado que prácticamente la mitad del electorado viva en el limbo. Abstraído de la realidad. Reconociéndola como tal, sólo si se emite por los Medios de Difusión masiva.

Se cree en una realidad mediatizada por la televisión y quienes la aceptan, reniegan de reconocerlo. No admiten estar condicionados por esa información, se auto definen como “libre pensadores”.

Ninguno de nosotros está libre de ser inoculado por la fuerza de la radiación mediática. Nuestra cultura ha ido cambiando con el paso del tiempo y debemos aceptar que vivimos inmersos dentro del condicionamiento de un aluvión audiovisual. Muchos resistimos. Es verdad. Pero la inmensa mayoría de la gente que no tiene ni desea tener el hábito de leer, no opina sino a través de la mediación de algún comunicador. No cree en lo que pasa si no lo ve primero en la televisión.

 Esto es así.

Pero sin dejar de evaluar la situación como problemática, debo reconocer que existe un problema más grave. Es que la sociedad que atraviesa este proceso, cree que no lo padece. No admite que su opinión esté mediatizada por los Medios de Comunicación cada día más concentrados.

No puede hacerlo.

 El sentido común que le queda a cada uno de ellos, les impide aceptar que sus decisiones políticas y hasta personales estén sujetas al tamiz de las conclusiones a las que arriban los sesudos comunicadores televisivos y radiales.

No pueden reconocer que han sido domesticados.

 

Antonio Gramsci decía:

La conquista del poder cultural es previa a la del poder político y esto se logra mediante la acción concertada de los intelectuales llamados "orgánicos" infiltrados en todos los medios de comunicación, expresión y universitarios.”

 

Como muchos todavía advierten, la actual administración política del país no posee el nivel de “intelectuales orgánicos” requeridos para tal objetivo. Necesita entonces del control de los Medios de Comunicación masivos, capaces de conducir el “cambio” cultural que pretenden, a expensas y aún a riesgo de que los poseedores de esos Medios impongan sus propios objetivos dentro de la sociedad y conduzcan los destinos políticos de la Nación.

Quisiera, si usted me permite, que lea esta otra frase “gramsciana” referida al valor de los Medios de Comunicación como grandes domesticadores de masas:

 

“La opinión pública es el contenido político de la voluntad política pública que podría ser discordante: por eso existe la lucha por el monopolio de los órganos de la opinión pública: periódicos, partidos, parlamento, de modo que una sola fuerza modele la opinión y con ello la voluntad política nacional, convirtiendo a los disidentes en un polvillo individual e inorgánico”.

 

Pero además completó con esta reflexión:

 

Lo que se llama "opinión pública" está estrechamente vinculado con la hegemonía política, o sea que es el punto de contacto entre la "sociedad civil" y la "sociedad política", entre el consenso y la fuerza. El Estado, cuando quiere iniciar una acción poco popular, crea preventivamente la opinión pública adecuada, esto es, organiza y centraliza ciertos elementos de la sociedad civil

 

Así estamos estimado lector. Antonio Gramsci nació en Oristán Italia el 20 de enero de 1891 y murió en Roma el 27 de abril de 1937. Lo que le comento en esta nota ni es de mi propio acervo ni es nuevo. Está escrito, estudiado, pensado.

Probablemente seguirá siendo desconocido, confuso e intrascendente para muchos connacionales, que en lugar de utilizar el sentido común o la inteligencia que les queda, prefieren acomodarse en su mejor sillón del living, encender el aparato y esperar que algún iluminado auto titulado periodista, le explique con lujo de detalles quienes son los “malos” y los “buenos” en esta película de horror que padecemos y que titulamos pomposamente gobierno del pueblo: “democracia”.

Por eso el dolor de quienes todavía piensan que el derecho a la vida, a la dignidad, a la justicia debe ser posible. Por eso convivimos con esta pena bombardeada por los Medios, que cercena la libertad de pensamiento de quienes lo ejercitan y la posibilidad de hacerlo para aquellos que han perdido la costumbre.

 

 

domingo, 30 de julio de 2017


Milagro en Jujuy

Con respecto a la recomendación de la Comisión Internacional de Derechos Humanos en relación con la detención de Milagro Sala

 
 
 

Por Alberto Carbone

 

 

Si es cierto que la detención de Milagro Sala es un atropello a la Justicia.

Si es verdad que la decisión de poner tras las rejas a la dirigente aborigen es nada más que una exhibición de fuerza del actual gobernador de Jujuy.

Si se comprueba que el Poder Judicial jujeño está manoseado por el Poder Ejecutivo provincial.

Si se confirma que Milagro Sala está hace más de un año tras las rejas por el capricho del gobernador, quien habría tomado la decisión por despecho y odio de Clase.

Entonces señores, estamos en graves problemas.

Porque en un determinado momento la sinrazón concluye.

Piensen que existe la posibilidad de que la Justicia con mayúscula se imponga sobre el Poder Judicial y otorgue a cada quien lo que le merece.

Pueden pasar meses o años, pero es probable que llegue el momento en que la temeridad se diluya y el reino de la razón se restablezca.

Un individuo ungido con atributos que no le son fáciles de manejar, es como decía mi abuela, como introducir a un elefante en un bazar.
 
 
 

Si el Poder Judicial libre de presiones políticas, demostrara que este Señor, llamado Gerardo Morales, gobernador jujeño, utilizando la suma del poder público, decidió actuaciones que colisionan con el deber y la racionalidad que debe cuidar todo funcionario, es probable que la Sra. Milagro Sala, una vez liberada de su cautiverio accione judicialmente contra el Estado Provincial en primer término y Nacional en segundo término.

Porque la opinión de la Comisión Internacional de Derechos Humanos es clara al respecto. Sin tener relación alguna con las partes, estima en su resolución que la Sra. Milagro Sala debería estar en libertad.

Aquí, en este respecto debemos ser claros y precisos. La CIDDHH, expone su consideración, lejana de relación entre los considerados. Es la opinión de un Organismo Internacional. No se trata del Poder Judicial de la provincia de Jujuy, acusado de estar teñido de parcialidad política.

Se trata de la opinión de un Organismo que examina la situación y aconseja de acuerdo con el papel que debería jugar el sistema democrático en nuestro país o en cualquier otro.

En consecuencia, y como considero que la Argentina ni ningún otro país, merece caer en manos de ineptos, me parecería viable que ante la posibilidad de que la Sra. Milagro Sala deje la reclusión e inicie un juicio que compense este año largo de detención, lo establezca directamente contra las personas que decidieron su encierro y no contra el Estado provincial y nacional. Porque Morales fue votado por la mayoría. Pero existen jujeños que no lo hicieron y en consecuencia no merecen pagar por los desaguisados de otros.

Al respecto, invitaría a quienes piensan como Gerardo Morales, en contra de la CIDDHH y a favor de que la Sra. Milagro Sala quede detenida, que se constituyan solidarios con el gobernador jujeño y contribuyan pecuniariamente a abonar los reclamos monetarios que la justicia determine cobrar a la actual detenida, por el tiempo que se extienda su prisión.

Porque si Milagro Sala incurrió en algún ilícito, se debe demostrar con la fuerza de la Ley y no por el capricho reaccionario de quien se encuentra con el Poder Político en sus manos y a la vez con la incompetencia para utilizarlo.

miércoles, 26 de julio de 2017


EVITA

22 de agosto de 1951

26 de julio de 1952

 
 

 Alberto Carbone
 El 22 de agosto de 1951, intentó renunciar a la candidatura a vicepresidente de la Nación, aún contra su voluntad.

Si bien para cualquier ser humano resulta un halago esta nominación, Ella advirtió que su aceptación, podía devenir en problemas políticos para su marido Presidente. En consecuencia, pretendió rechazar el ofrecimiento de la CGT desde el palco constituido en esa fecha sobre la Avenida 9 de Julio.

Pero no pudo. El pueblo, constituido por miles de personas a través de una particular Asamblea bautizada con el nombre de Cabildo Abierto del Justicialismo, impidió que esa joven mujer expresara aquellas palabras que no querían escuchar. Por ello, el día 31 de agosto siguiente, se comunicó con ese mismo pueblo a través de la radio, para expresar la decisión que no pudiera manifestar en vivo y en directo. Así, a través del éter, esa mujer de radio, renunció a los “honores pero no a la lucha”.

Cuando murió fue embalsamada. Muchos entienden, figurativamente, que no fue Perón quien decidió embalsamarla, sino el amor de su pueblo. Después,  la “fuerza de la antipatria”, brotó al compás de los fuegos fatuos del año 1955 y su cuerpo fue robado, violado y deshonrado, igual que se lo hiciera con la Patria toda.

Un 3 de septiembre volvió a aparecer, estaba enterrada en la ciudad de Milán, bajo el nombre de María Maggi de Magistris.

A Perón le devolvieron el cadáver mutilado y golpeado, muchos años después, los primeros días de septiembre de 1971. Paradójicamente, aquellos salvajes no sabían, no entendían que esa mujer muerta para ellos, en realidad continuaba con vida en la sensibilidad de su pueblo.

Algunos siguen diciendo que fue su marido, otros la enfermedad que la postraba día a día, lo cierto fue que Evita no aceptó el halago del cargo y con esa decisión, quizá sin proponérselo, dio otro ejemplo de desprendimiento a la comunidad contemporánea y futura.

 

 

 

La Bandera de tu Nombre

No te fuiste.

Estás.

No te vencieron.

Nadie pudo jamás doblegar tus convicciones.

Nadie podrá ensombrecerte, ni mancharte.

Porque no se pueden suprimir las sensaciones por decreto.

No se pueden ignorar las lágrimas furtivas de un recuerdo

o los padecimientos injustos que reciben niños y ancianos.

No se pueden abolir las súbitas alegrías que nos regala una sorpresa,

el Sol del mes de julio calentando la helada vespertina del invierno,

las faldas recogidas de las mujeres laboriosas, los brazos lastimados

de los obreros de hierro.

 

Quisieron irte, pero no pudieron.

Quisieron negarte estando inerte,

porque no entendieron, porque no quisieron entender.

 

Y vos no te fuiste.

Muerta y todo, fallecida, decidiste por ellos y te quedaste.

 

Ahora y en la hora del descanso eterno,

seguiste vibrando, andando entre la gente.

Postergando tu propia vida por la vida de los otros

te obligaron a postergar tu propia muerte, escondiéndola.

 

Hoy tu consigna de vida y de triunfo vuelve a emerger del corazón

de los humildes, de estos que no te conocieron latiendo reivindicaciones

y emancipando utopías verdaderas.

Tu consigna vuelve, se recupera digna y transparente,

se yergue victoriosa, empuñando sólo la Bandera de tu Nombre.

sábado, 17 de junio de 2017

El dilema de la Clase Media


Por Alberto Carbone

Los últimos dos años han dejado diversas enseñanzas para quienes tienen la vocación de intentar aprender y prestar atención a la situación social y política del país.
Esta perfectamente claro, para quienes mantengan ojos atentos,  posturas racionales y estimulen aunque más no sea una pequeña autocritica, que el apoyo a Cambiemos, desvió la ruta del país, conduciéndola por carriles disímiles, a través de decisiones que orientaron el camino hacia otros objetivos.
Creo conocer bastante bien las tradiciones y valores sociales y morales de un amplio sector de Clase Media argentina, a ese sector pertenezco e interpreto bien que esa parcialidad social no tolerará jamás reconocer cierta clase de errores, que los comprometa con reconocer sentirse responsables de un desacierto en la elección de un candidato, creo más bien, que antes de ello, justificará ese voto como su reacción particular y privada, contra el modus operandi establecido durante doce años, que a su juicio, debía concluir.
Sin saber muy bien explicar la razón, estos representantes del sector medio de la sociedad, explican su voto anti K, como un amparo ante el avance de los beneficios de los grupos sociales más humildes, que se sostenían en la política de contención social para evitar buscar trabajo. Un enorme porcentaje de votantes, responsabilizó a la Administración anterior, de haber otorgado prebendas de índole económica a los más pobres, a costilla del aumento de impuestos a los Sectores Medios.  Esa es la justificación política de este grupo social que ignora qué quiere decir la palabra política, pero que la define según los dictámenes de parámetros establecidos por la Cadena multimediática del Diario Clarín y sus secuaces.
¿Sabe por qué se lo digo?. Porque si no fuera así, ¿dígame quienes pagan hoy las prebendas que la Administración Macriana le ha otorgado al sector social más adinerado de la Argentina?.
¡La que soporta la carga tributaria mayor en este país sigue siendo la Clase Media!.
¡Con la diferencia que ahora, los que estaban bien económicamente en la Era K, siguen estándolo y la situación de los más vulnerables ha recrudecido!.
Muchos votantes ya han tomado una determinación. En las elecciones próximas no acompañarán a Cambiemos. No repetirán el error. ¡Pero como es un error no reconocido, tampoco acompañarán a Cristina!. Nos encontramos entonces frente a un dilema crucial, que puede teñir los próximos años de nuestro país.
Ante las multiples ofertas electorales que se producirán este año, estarán las que brinden las parcialidades peronistas.
¡El Peronismo irá dividido a la contienda electoral, para regocijo de Cambiemos!.
No voy a detenerme en la elucubración de la conveniencia o no de las PASO. Solamente quisiera que atentamente evaluemos qué puede pasar en una elección dónde el Peronismo se enfrente a sí mismo y le otorga campo disponible a la actual Administración para que a sus anchas y sin poseer candidatos de fuste, triunfe sin despeinarse.
Aquí entra en juego la evaluación de los acontecimientos. Si el amplio sector social que votó Cambiemos con la sola intención de que perdiese el FpV, no reconoce el error de haber cambiado un caballo por un burro, repetirá el error.
A esta altura, la coyuntura me incita a pensar que con esta ecuación el gran ganador es el FR, a quien definiremos como el tercero en discordia.
Aquellos votantes de Sergio Massa, que en la elección definitiva optaron por Macriano, ahora volverán a Massa.
No importa el Proyecto, no interesan los candidatos. Para la Clase Media son todos iguales. ¡Lo único que saben seguro, es que no puede volver Cristina al ruedo político!.
La presión de los Medios de Comunicación Masiva es elocuente. No ha sucedido sólo en nuestro país. No estoy infiriendo que los votantes argentinos son irracionales. Lo mismo ha sucedido en casi todo el mundo.
¡Aconteció en el propio EE.UU de Norteamérica, con la victoria inesperada de Donald Trump!.
Sucedió en Gran Bretaña con el triunfo del Brexit, impulsado por los más importantes comunicadores sociales.
Ocurrió en España cuando después de un año de intentar formar gobierno, repitieron la elección y volvió a triunfar Mariano Rajoy.
La opinión pública, naturalmente despolitizada, desinteresada y asqueada de esos temas, se deja llevar por los trascendidos periodísticos y vota en consecuencia.
El resultado: Usted lo está viendo. Si no lo ve lo siente en el bolsillo. Si no lo siente en el bolsillo entonces, quédese tranquilo, porque probablemente pertenezca al sector social que votó conscientemente, a favor de si mismo.

miércoles, 7 de junio de 2017

La conjura de los necios
 Necio es quien insiste en los propios errores o se aferra a ideas o posturas equivocadas, demostrando con ello poca inteligencia.




Por Alberto Carbone

Hace pocos años, durante un viaje a la ciudad de Cusco, fui invitado a presenciar un recital de música andina dentro de la imponente catedral. Resultó ser un grupo de origen chileno, muy bien formado y de excelente calidad artística. Concluido el evento, me acerqué a uno de sus integrantes para felicitar al conjunto, y le referí respecto del buen nivel ejecutado, haciéndole referencia a que una vez más los chilenos demostraban la eximia calidad interpretativa de los instrumentos del altiplano, como lo hacían varios de los conjuntos transandinos que conocí durante todos estos años. También destaqué la amabilidad y la fraternidad que denota por lo menos la mitad de su pueblo, lamentando que la otra, necia e ignorante, se mantuviera aferrada en la defensa de la dictadura pinochetista, a pesar de las heridas, demostraciones palpables de dolor y sometimiento que padeció la sociedad y de las pruebas de entrega y vaciamiento económico soportado por ese país. El joven músico se sonrió y como toda respuesta dijo: “tenías que ser argentino”.
Hoy, algunos años después de estos acontecimientos, descubro con dolor que lo expresado en aquel momento por el músico chileno es cierto en la actualidad. Porque en aquel entonces, como argentino, me expresé con sorna hacia el pueblo hermano transandino y desde una postura de falsa superioridad, error que cometemos demasiadas veces los porteños en el exterior, dictaminé que el cincuenta por ciento de los chilenos no habían comprendido el cambio de época y consecuentemente, no habían advertido los cambios políticos que empezaban a efervescer en América Latina. Tal vez por ello, después de tantos años de finalizada la dictadura, persistían en su defensa.
Pero el tiempo se encarga de todo. Así dice un viejo proverbio. Porque con el transcurso de los años, los argentinos también bebieron de esta pócima.
Después de la violenta depresión que significó en nuestro país el año 2001, que provocó hambre y desolación para toda la sociedad, pero sobre todo la destrucción de valores y costumbres en la enorme Clase Media que nos representa, el país vivió doce largos años de estabilidad y recurrente prosperidad, impulsada a través de medidas políticas que se tomaron con decisión y valentía, a pesar de profundas críticas que desembozadamente proferían los sectores sociales de mayor poder económico.
Por sobre todos esos factores que se oponían a la nueva empresa y contra viento y marea, la política económica y social del Kirchnerismo se afianzó, recuperando el bienestar que creían perdido, de vastos sectores de la sociedad.
Sin embargo, mucha gente perteneciente a la voluminosa Clase Media nacional, que experimentó mejoras sustanciosas durante aquellos doce años, no dudaron en escuchar los cantos de sirena de periódicos como La Nación, que jamás representó a otro Sector que el agrícola-ganadero, o los fragorosos toques de Clarín, llegados desde el autotitulado “gran Diario Argentino”. ¡Sabe hasta lo que he escuchado en este país Sr. Lector?. ¡Que el Kirchnerismo se había robado todo!. ¡Que si cada uno de nosotros estaba mejor era por esfuerzo propio y no por la política del Kirchnerismo!. ¡¡¡Que lo mejor era un cambio político para que los malos no se perpetuaran en el Poder!!!.
¿Sabe Sr. Lector cuál fue el remedio que encontró esa gente que hablaba así, para terminar con el Kirchnerismo?.
“Votarlo a Macriano”!!!!!.
¡Si!. ¡¡Se lo juro!!. ¡¡¡Hubo gente en este país que prefirió votar a semejante pánfilo con tal de terminar con el Kirchnerismo!!!!. Con ese Kirchnerismo que le permitió viajar al exterior, cambiar casa y auto, comprarse ropa, tener un hijo y poder mantenerlo, y para los menos pretensiosos, cambiar el celular!!. 
Situaciones todas que para el desvergonzado de González Fraga, no deberían haber estado jamás accesibles para la inmensa mayoría de la Clase Media.
¡¡Una aseveración que demuestra una vez más que los logros sociales se deben a las políticas implementadas por el gobierno y no solo al esfuerzo individual!!. ¡¡Si no dígame porque ahora no puede acceder a todos los bienes que antes sí accedía con el Kirchnerismo!!!!!.
Pero ahora quienes votaron a Macriano o lo niegan, se esconden, o sueltos de cuerpo, lo justifican.
Es como si hubiera una especie de acuerdo tácito e irracional. Pareciera que algunos enceguecidos y caprichosos no quieren reconocer su error, aun advirtiendo que están cada vez peor en relación con los años anteriores.
A veces daría la impresión de que se tratara de una especie de confabulación a través de la cual evitar reconocer un error flagrante y de esa forma sentirse menos desvalido intelectualmente.
A mal de muchos consuelo de tontos, decía mi abuela. Para ser necio y pasar inadvertido, no hay nada mejor que juntarse entre varios, un grupo lo más numeroso posible. En medio de la igualación de pareceres, parecer así un poco más parecido a la normalidad. Esa normalidad que otorga la “norma”. La que impera como modelo desde las páginas de Clarín o desde la Nación. El individuo normal que vota a Macriano por recomendación de Canal 13 o de TN.

 Esa normalidad asociativa que conspira contra ellos mismos y los hace vivir con la alegría de estar un poco peor cada día. “Vivir en la incertidumbre del futuro incierto”. No lo digo yo, lo dijo el ministro de Educación de la Nación, Esteban Bullrich, ese, que puso Macriano. Una conspiración que es propia de los necios y que yo, inocentemente, creí que en la Argentina no se cosechaba.

viernes, 21 de abril de 2017

Un pacto para vivir



Por Alberto Carbone

Un pacto para vivir, odiándonos sol a sol revolviendo más en los restos de un amor, 
con un camino recto, a la desesperación
¿desenlace? en un cuento de terror.

 Bersuit Vergarabat 


Podemos reflexionar respecto de los procedimientos que lleva a cabo el actual gobierno. Algunos lo definen Neoliberal, otros prefieren el mote de conservador, hay quienes se derrumban frente a las expectativas caídas, porque le habían otorgado una cuota de esperanza.
Pensemos como pensemos, es cierto que nos encontramos definitivamente en un grave problema.
Es que una de las consideraciones más falaces que hemos oído de parte de esta administración, es la de haber supuesto que con su advenimiento evitaban que nuestro país siguiera los pasos de Venezuela.
Algo de ello es cierto. Allí también existe una grieta. La actualidad nos lo demuestra palmariamente. Existen dos orientaciones políticas bien definidas, dos caminos disimiles que se chocan y ante los cuales es difícil transitar.
Aquí también. En Argentina la “grieta” traduce dos modelos de administración, dos rumbos que no pueden cohabitar.
Pero si la grieta existe en ambos países, qué evitó el advenimiento de la administración “Macriana”?.
Piense. Recuerde. Las Organizaciones Obreras le reclamaban al gobierno anterior dos temas específicos: el primero relacionado con la inmensa cantidad de beneficios que obtenían los sectores más bajos de la sociedad, traducidos en planes sociales, salubridad hospitalaria, educación, etc. Proferían que se trataba de beneficios que conseguían una gran cantidad de extranjeros, “hermanos latinoamericanos”, decían y “gente” del interior del país, radicados en CABA y en el Gran Buenos Aires. El otro tema, específicamente relacionado al “impuesto a las ganancias”, exhortaba al gobierno a que deponga su actitud de incluir a la famosa “cuarta categoría” dentro del pago de ese impuesto, en virtud de que incluía injustamente a gran cantidad de asalariados, y resumían su exigencia con la famosa frase: “el salario no es ganancia”.
Usted lo recuerda, claro.
Bueno, ¿Qué hizo este gobierno con referencia a estos temas?.
Los mantuvo. ¡Siguen vigentes!. Con el agregado de que está desfinanciando los hospitales públicos.
Usted se preguntará entonces: ¿Qué hacen los Medios de Comunicación masiva, que hostigaron al gobierno anterior durante meses por estos reclamos?.
¡Nada!. Si, usted lo sabe, nada. Se trató de una campaña de convencimiento a las capas medias de la sociedad, en contra de la actitud de un gobierno al que había que cuestionar y “cambiar”.
¿Se imagina lo que hubiera pasado con esos mismos Medios si el gobierno anterior hubiera quebrado a la industria nacional, generado miles de despedidos, incrementado la deuda externa y agudizado la grieta sociopolítica?.
Además, la imputación de corrupción, que han proferido y continúan haciéndolo desde los Medios concentrados, contra los últimos doce años, va desgajándose poco a poco en virtud de la sangría que ejecutan desde el gobierno actual contra los bienes de la Nación y de la demostración elocuente de la pretensión de vaciamiento del Estado a expensas de acordar negociados entre los miembros del actual elenco gubernamental.
Pero yo ya he vivido semejante debacle. Fue para la época del deceso del general Perón. El país había perdido a su conductor y quienes quedaban con la responsabilidad de continuar el gobierno, resultaron a todas luces incompetentes.
Es lo que está pasando en la actualidad. El economista Miguel Ángel Broda, insospechado ideológicamente de pertenecer a cualquier extracción peronista dijo esta semana: "El anterior gobierno dejó una herencia positiva que es baja deuda sobre el PBI. El problema es que estamos aumentando rápidamente esa baja deuda. Hemos regresado a ese deporte nacional, que es el endeudamiento masivo". “Quienes creímos en Macri tenemos una cierta desazón”.
Pero volvamos al tema Venezuela. Estimado lector. ¡No podemos parecernos a Venezuela!.
De la veintena de países miembros de América Latina, solo tres poseen su economía diversificada. Estos son: México, Brasil y la Argentina.
Podríamos esperar que nos sucedan situaciones similares a estos dos países, pero jamás al resto, en virtud de que su economía es extractiva y monoproductiva.
¡Es el caso de Venezuela!. Vivió un período de esplendor en virtud del alto precio internacional del petróleo. Único bien que genera. Si EE.UU. pretendiera poner de rodillas a ese país, le alcanzaría solamente con bajar ese precio internacional y generar que los ingresos no le alcancen para cubrir sus gastos corrientes.
¡No advirtió cuanto bajo el precio internacional del petróleo!.
La economía diversificada es más compleja. En Argentina, un verdadero ejército de mano de obra se expande por el conurbano bonaerense desde 1932, época del inicio del Programa de Sustitución de Importaciones, promovido por el Dr. Federico Pinedo, ministro de Economía del gobierno de Agustín P. Justo. Si. “La Década Infame”, famosa y oligárquica. Pero aquellos adinerados, eran inteligentes y advirtieron que si no generaban industria local, la crisis internacional del año 1929 podía producir en el país un estallido social. Crearon fuentes de trabajo y campearon el temporal.
¡Compare con la incompetencia de los actuales!.
Diez años después, el general Perón extendió el Programa y lo redondeó otorgándole beneficios sociales a esos pobres, que en palabras del historiador Juan Carlos Portantiero, se transformaron en los “obreros nuevos”.
No quiero extenderme. No alcanza una nota para explicar el problema argentino y su famosa “grieta”. Lo cierto es que de una u otra manera, los líderes de la ciudadanía deberán convenir un “pacto”. Un “Pacto para Vivir”. Para seguir adelante teniendo en cuenta la fabulosa policromía de nuestra sociedad. Pensemos que de lo contrario, todo emprendimiento llevará implícito el sello del fracaso.  Como dijo el querido poeta Pedro B. Palacios “Almafuerte”: ¡Todos los incurables tienen cura cinco segundos antes de la muerte!.


lunes, 10 de abril de 2017

Cachetazo Macriano
La Historia. “el pasado pisado”

                                           Alberto Carbone

Si la Historia la escriben los que ganan, eso quiere decir que hay otra Historia. La verdadera Historia. Quien quiera oír que oiga”.
Eduardo Mignona


Frederick Nietzsche solía decir que “…a veces la gente no quiere escuchar la verdad porque no quiere que sus ilusiones se vean destruidas” También dijo: “la Historia no es los pasado, sino lo que recordamos del pasado”.
Este comentario lo divulgaba también el gran escritor colombiano Gabriel García Márquez.
Evidentemente, en Latinoamérica toda y en el país de los argentinos tenemos un problema con ese tema en particular.
Otro gran exponente latinoamericano del premio Nobel de literatura, el guatemalteco Don Miguel Ángel Asturias, supo escribir en uno de sus libros que: “la memoria es una viejecita ciega que de noche y a los tumbos se aprende el camino”.
En fin. Experiencias, recuerdos, tropiezos y ceguera. Ese parece ser el camino del Calvario elegido por el electorado argentino.
Un año antes de que el actual gobierno comenzara su periplo direccionando nuestro país a su autodestrucción, lo advertimos desde estas páginas. No por adivinos y falsos profetas. No por eximios conocedores de la realidad política nacional e internacional, ni por ser grandes pensadores. La verdad es que cualquier argentino con memoria lo advertía en ese momento.
No se puede destruir la economía nacional, desarticular el mercado interno de consumo y pretender a la vez progreso y bienestar. O son ignorantes o nos están mintiendo. Creo que hay un poco de todo en este elenco gubernamental.
A esta altura usted sabe quién se perjudica y quién se beneficia dentro de este Modelo de país.
Los únicos sectores de la economía nacional que han crecido y prevén un futuro venturoso son los grupos exportadores de materia prima.
¿Usted advirtió por ejemplo, cual es el vehículo más vendido en la Argentina?. Pregunte si no lo sabe y de paso averigüe cuál fue el de mayor venta durante la década posterior, la década que los discípulos del Clarinete denominan “perdida”. Nosotros desde estas páginas libres e independientes pudimos hablar, pudimos anticipar lo que se aproximaba, pudimos sembrar  nuestra palabra con la autenticidad que emana de este Medio de Comunicación ecuánime.
Resulta que los fanáticos detractores a sueldo de los grandes Medios nacionales, nos juraron y perjuraron que la administración del país estaba mal, que era necesario un cambio de timón, que con el cambio de gobierno no íbamos a perder nada de lo conseguido durante los últimos doce años y paralelamente íbamos a crecer más a través de la apertura de la economía.
Aquí lo tiene usted. Esto es lo conseguido a través de su voto. No alcanza que diga que no lo votó, como hacen muchos, porque no podemos negar la realidad. Este hombre ganó y ahora es dueño y señor de un impresionante barco, sin timonel. Tampoco sirve que acepte que lo hizo porque creyó indispensable un “cambio”. Sabe una cosa, esta última excusa es la peor. Porque cuando uno se propone cambiar, primero debe pensar el movimiento, evaluarlo, percatarse respecto de las condiciones de posibilidad del cambio y proceder en consecuencia.
Si usted se justifica por la segunda opción, diremos que cambió por lo que había. Se decidió por la oferta, diríamos. Bueno, ahora se está enterando que la oferta no valía nada. Que ni siquiera aquellos que tienen responsabilidad parlamentaria saben expresar la dirección y el sentido de esta administración. Cuando el cinismo que niega realidades y la petulancia de quienes creen que saben lo que desconocen, se enseñorea entre los dirigentes políticos con responsabilidad de gobernar, estamos perdidos.
Ya que estamos con frases célebres le recuerdo otra, una de China, seguro tiene más de mil años y dice así: “Dime de que te jactas y te diré de que adoleces”
 Aunque jamás lo reconozca, aunque no se anime a decirlo en voz alta, con un poco de racionabilidad lo debería admitir para sus adentros.

No alcanza justificarse con el estúpido estigma que se escucha bastante: “Son todos iguales”. Porque no es así. No son todos iguales o usted sigue sin entender nada y este “cachetazo macriano” no le ha alcanzado para valorar el tremendo fracaso de su decisión electoral.

martes, 28 de marzo de 2017

P.R.O
Provocador: fanfarrón, pendenciero, agresivo.
Resentido: molesto, disgustado, quejoso.
Obtuso: lerdo, torpe, necio.

                                                               ALBERTO CARBONE

No hay palabras elocuentes que narren la realidad que estamos viviendo. No existe manera de entender lo que pasa, si tratamos de encauzarlo a través de una comprensión hilvanada por el sentido común.
Los adultos con un mínimo de criterio recordarán características propias de cada gobierno que ha transcurrido hasta hoy. Esas notas esenciales, particularidades que indicaban la orientación, el sentido de tal o cual gobierno.
Recuerdo la etapa de la dictadura cívico-militar, por ejemplo, que aprovechó una política internacional proverbial para la circulación y expansión del sistema financiero internacional, y permitió el ingreso de cuantiosa cantidad de circulante en Dólares a cambio de pagar una tasa de interés más alta que el común denominador de los países de la región, pero garantizándose para sí, la seguridad de liquidez monetarista en una plaza que se secaba cada vez más, fruto del quiebre de la Pequeñas y Medianas Empresas, debido a su incapacidad de competir contra la importación de esos mismos productos que fabricaban en nuestro país, y que habiendo sido de mejor calidad o no, por lo menos prometían un precio final más bajo para el consumidor.
Recuerde cómo terminó ese proceso.
El Dólar estaba a veinticinco Pesos y la deuda externa ascendía en el año 1976 y por todo concepto, a siete mil quinientos millones de Dólares. En ese entonces, el financista norteamericano David Rockefeller, incorporó a las arcas del Banco Central de la República Argentina veinticinco mil millones de Dólares, a una tasa anual mucho más elevada que la calculada por la tasa LIBOR (London Inter-bank Offered Rate), generalmente utilizada en el mercadeo mundial.
Cuando el general Videla dejó el cargo de Presidente de la Nación, renunció su ministro de Economía, el Dr. José Alfredo Martínez de Hoz. Rockefeller retiró su dinero del Banco Central y lo llevó a los EE.UU de América, sumados sus intereses. El país se quedaba sin liquidez y el Dólar trepó a cincuenta y cuatro Pesos la primera semana y la segunda a setenta y ocho. El Dr. Lorenzo Sigaut, reemplazante de Martínez de Hoz en el gobierno del general Viola, quien sustituyó a Videla, había exclamado como un vaticinio; “el que apuesta al Dólar pierde”.
El derrumbe se precipitó. Viola terminó mal, sustituido por el general Galtieri, a quien le aseguraron que si recuperaba Malvinas, el Proceso Militar reiniciaría, restaurando la imagen de las Fuerzas Armadas. Creo que el final lo conoce. La democracia inaugurada por el Dr. Alfonsín se convirtió en un mínimo baño de esperanza durante unos años.
Menem reinstauró el proyecto conservador de la elite económica nacional. Como era un gobierno democrático, no de facto, tuvo que demostrar una prueba de amor a los grandes capitales financieros para que aceptaran volver al país.
El reingreso de dinero fluido vendría sólo si el Presidente achicaba los gastos del Estado, Significaba vender el patrimonio nacional, deshacerse de la empresas del Estado Nacional. Así lo hizo. Adjuró de sus antiguos Principios Peronistas, y al mejor estilo del genial Groucho Marx, incorporó una de sus frases célebres: “Estos son mis Principios, y si no le gustan, tengo otros”.
La deuda del país ascendió desde los sesenta mil que había dejado Don Raúl hasta ciento veinte mil millones de Dólares. Argentina se endeudaba, no crecía, se liquidaba. Gobiernos de facto y democráticos lo habían hecho posible. Pero ambos tenían algo indispensable para lograr aquel cometido: la financiación.
No voy a mencionar el cambio a favor que obtuvo el manejo de la deuda externa durante doce años de Néstor Kirchner y Cristina Fernández. La menor deuda eterna del Siglo XX, en relación con el Producto Interno Bruto. La Argentina podía volver a los Organismos Internacionales sin temor, porque su deuda era perfectamente amortizable. Pero no lo hacía porque ello significaba aceptar los condicionamientos de aquellos Organismos. Pero no voy a profundizar en ello. Quien quiera verlo lo verá. Quien no lo vea será por ignorancia, mala fe, o capricho. Pero la verdad es esa. Está perfectamente demostrado.
Estamos hoy en la tercera intentona conservadora desde el año 1976. El gobierno de “Macriano” nos ha enroscado en otra descomposición sin precedentes. En quince meses de gobierno endeudó el país en cien mil millones de Dólares. No sólo es la deuda más grande de todo el mundo en ese lapso, sino que además es para cubrir gastos corrientes. Esto significa que se utiliza para tapar agujeros. Los ingresos del país han menguado y el dinero que soluciona los temas cotidianos no está más. Los que lo tienen, ya no pagan impuestos por decisión de “Macriano”. ¿De dónde va a salir ese monto indispensable para sostener los gastos corrientes?: de la deuda externa. Como esta época no se caracteriza por la fluidez del movimiento de dinero alrededor del mundo, sino que más bien, las economías nacionales se retraen y se cierran en sus propios mercados internos, los Organismos Internacionales de Crédito no lo dan o lo otorgan muy caro. Es el caso de Argentina, que tiene que salir al mundo a solicitar préstamos a una tasa anual inconcebible. O sea que “Macriano” “no tiene financiamiento, para vivir de prestado”.
La conclusión: Este gobierno de resentidos y bravucones, que se cree dueño de la verdad, no tiene rapidez para “cambiar”. Es terco y con agresión quiere imponer su legitimidad para justificar su necedad. Su ignorancia e incapacidad para entender que son los tiempos los que han “cambiado”.
¿Qué sucederá si tengo razón y los mercados de capital se cierran para la Argentina definitivamente?.
¿Qué pasará en el país, si este modelo de crecimiento económico basado en el endeudamiento externo aniquila la base social y corrompe los valores indispensables para la supervivencia?.
¿Cómo van a justificar su proceder los funcionarios que hoy defienden el desmantelamiento nacional, ante un nuevo gobierno que intente reconstruir el cuerpo social y productivo?.
¿Qué sucedería si un nuevo gobierno se pronuncia por enjuiciar a quienes destruyeron el andamiaje básico y constitutivo de la soberanía nacional?.
¡Qué pasará cuando dejemos de “cambiar” para regresar a la construcción de un país que integre a los argentinos de bien!.