miércoles, 11 de abril de 2018


La declaración de Toto

 


Alberto Carbone

 

Es lamentable el futuro del país de los argentinos, si el ciudadano común persiste en votar ignorantes, improvisadores, ventajeros, egoístas, especuladores y mentirosos.

¿Será por el escaso nivel intelectual que expresa la Clase Media?. ¿Incapaz de reconocerse en el error cometido y defender necia y tozudamente  su decisión, aunque aparezca palmariamente desacertada?.

Sea como fuere, la situación política, social y económica está pasando de castaño oscuro.

El elenco gubernamental de “Macriano”, a todas luces incompetente y vulgar, continúa enredando a la economía nacional en un ovillo al que no se le encuentra la punta y que además a nadie le interesa buscarla.

Además, las declaraciones de los funcionarios, teñidas de un cinismo a toda prueba, amparados por la impunidad garantizada de parte de los mal llamados grandes Medios, (porque son grandes por su dinero, jamás por su capacidad intelectual), se hacen fuertes en las cabezas de los sectores medios, que irracionalmente aceptan como verdad rebelada lo que afirman siniestros escribientes que se hacen llamar periodistas.

La convocatoria del ministro Caputo al Palacio Legislativo fue otro ejemplo patético y palmario del despliegue de un discurso minimalista, simple, vulgar, de limitado vuelo intelectual, como son los funcionarios Macrianos, pero aceitado y preciso, que alcanzó para purgar acusaciones contra Toto y de paso dejar en evidencia las singulares articulaciones que los funcionarios acuerdan con los legisladores sean o no del mismo palo.

Primero nos sorprendió el acuerdo al que arribaron para la interpelación. Resultó que por mayoría se adoptó la decisión de que el ministro recibiera las preguntas todas juntas y posteriormente respondiera según su propio mérito e importancia. Circunstancia a todas luces sugestiva, porque de esa forma se permite una selección de aquello que se quiere o no se quiere responder.

Segundo, el compromiso serio y evidente que demostró el senador Mayans, como presidente del evento, en proteger descaradamente al pretendido interrogado, evitando que el pobre de Toto perdiera el equilibrio o trastabillase ante alguna inquietud de difícil resolución.

La oposición, que supuestamente pretendemos idónea e informada, aceptó piadosamente los tiempos reglados por Mayans y hasta podríamos decir que en algunos pasajes pareció condescendiente.

Ni que decirles de la participación del Toti. Un casi Toto pero sólo por el apodo, en realidad descendiente de la muchedumbre. No del Jet set como Toto. Por eso tal vez, proclive a bajar la cabeza entre los que mandan, genuflexo de cuerpo y minúsculo de intelecto, pobre Toti, se limitó a agradecer y a engrandecer la personalidad y la entereza moral de su reciente amigo Toto.

Tercero y sorprendente, la jugada adolescente del ministro enviándole un papelito a la legisladora Cerruti.

La verdad no sé a ciencia cierta quien fue la persona que lo asesoró a Toto durante tres semanas. No me importa saberlo. Pero alguien le dijo claramente que si estaba cansado o sentía que el interrogatorio devenía en su contra, recurriera a semejante argumento. El que lo propuso es tan banal y mediocre como el mismo Caputo y como toda la recua de funcionarios macrianos, porque de otra manera, mal podrían estar en la troupe, si no fuesen de ese mismo escaso nivel.

La pobre estrategia para confundir y coartar el debate, es tan pobre y evidente que si no conociera a los miembros del gabinete y a los legisladores de Cambiemos, sugeriría que se le ocurrió a un estúpido.

Pero no. Debemos ser justos en la apreciación. No hay estúpidos en el Parlamento Nacional, hay gente que persigue intereses y existen intereses que persiguen gente.

¿Cómo entiende usted que los legisladores de la oposición hayan pisado el palito?. ¿Cómo puede ser que la tontería que le hicieron escribir a Toto, se haya interpretado como violencia de género?.

Me parece Sr. Lector, que no sólo la administración actual nos está tomando el pelo.

Si Toto, Nicky, Baby, Euge, Coquy, Mauri, o quien sorongoleti sea, recurrieron durante estos dos últimos años a engrosar sus arcas personales, producto de hacer malos negocios para el Estado, la próxima administración política deberá hacérselos pagar con su patrimonio.

Yo, Sr Lector, no quiero que ni Toto, Nicky, Baby, Euge, Coquy, Mauri, o quien sorongoleti sea, vayan a la cárcel. No deseo eso. Quiero que devuelvan el fruto de los negociados entregando todo su patrimonio, el de su mujer y demás agentes cercanos.

Yo no soy ingenuo. Sé que es poco probable. Por eso lo hacen, con la impunidad del Poder Judicial y con la liberalidad que los tratan los poderosos Medios de Comunicación Masiva.

Así estamos. Mientras tanto los niños crecen. Muchos no alcanzar a tomar la leche todos los días. Pero eso a la Clase Media ingenua y ignorante no le importa. No lo ve. Porque no puede percatarse de lo que no conoce o no entiende, y en el mar de semejante ignorancia, navega Macriano, convencido de que el objetivo estará definitivamente cumplido, cuando varios Totos Caputos sean reconocidos en la Premier League.

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