La Vida es Sueño.
Paso a Paso
Alberto Carbone
¿Qué es
la vida?. Un frenesí. ¿Qué es la vida?. Una ilusión.
Una
sombra. Una ficción y el mayor bien es pequeño;
que toda
la vida es sueño y los sueños. sueños son.
Pedro Calderón de la Barca
La expectativa de las Paso
tiene en ciernes al grueso de la Clase Política.
No así a la inmensa mayoría
de la ciudadanía.
La gente de a pie no está
pensando en candidaturas, en nombres o en protagonistas decisorios del nuevo
proceso electoral que comenzará próximamente.
Esta circunstancia es así,
me parece, porque la gente común se siente asfixiada ante los embates que
recibe cotidianamente de la coyuntura.
Los sectores Medios
discurren entre dilemas diversos.
Entre las deudas sucesivas
que fueron incorporando a su vivir, los elevados gastos de la medicina privada
por ejemplo, el incremento de los costos de las escuelas de sus hijos, las
tarifas de los servicios, el alquiler, el mantenimiento del auto, en síntesis,
la demolición del poder adquisitivo.
Los sectores bajos de la
población, que dolorosamente llegan a fin de mes y que si aún no pertenecen al
cuarenta por ciento de desocupados, perciben que su ingreso magro no los
habilita a constituir un digno bienestar para su familia.
Y por último, los más
pobres, los abandonados por el Sistema, los marginales habitantes de humildes
barriadas o quienes se posesionaron de la calle como último recurso para su
vida.
En resumidas cuentas, la
gente está sola o solamente cohabita con sus padecimientos.
Yo advierto y reconozco que los
políticos posean y habiliten en acción sus intereses de grupo y personales que
los compele a resolver su permanencia en algunos casos o su acceso en la
gestión pero adivino que al constituirse el proceso de las Paso como un
requerimiento generalizado, la participación electoral se evidenciará
significativamente inferior a las expectativas de quienes están fuertemente
interesados.
El sueño de poseer, de
reconocerse a sí mismo en la propiedad de un objeto o manifestado directamente en
la venturosa premonición de un futuro cálido y estable, sigue siendo un bien
que fortalece y proyecta las expectativas de la gran mayoría de la civilidad.
Pero los sueños configuran
en realidad un deseo irrealizable si los proyectos políticos no cristalizan con
esas aspiraciones.
La Democracia como Sistema
ordenador político se ha transformado en una cáscara vacía. Los electores,
únicos y valiosos mentores de cambio y consolidación de Modelos de
Administración, son promovidos, direccionados y ordenados por el envión
paradigmático que dictan los sectores de Poder real desde los Medios de
Comunicación.
En esta circunstancia, la
necedad de los sufragantes se consolida como generalidad. Nadie de los
empadronados jamás será capaz de reconocer este procedimiento mordaz e
imperativo sobre el “sentido común” de la sociedad, porque aceptarlo implicaría
otorgarle a ese Poder masivo comunicacional el dominio de la razón sobre los
transeúntes.
La gente entonces calla y
otorga.
No interpela a la política y
acepta con mansedumbre lo que está bien y lo que está mal, según lo consigne la
arbitrariedad de los mandamases.
Quienes mandan, además
ubican a sus bobos con carnet para que procedan y defiendan lo que se les
ordena. Como prevalecen activos y discursivos en los Medios de comunicación
cotidianamente, sin que exista repregunta alguna sobre sus decires, los
incapaces recitan lo ordenado a cambio de favores en cargos y en especias.
Parece así entonces que los únicos sueños capaces de hacerse realidad son
los que poseen y defienden los grandes factores de Poder, traducidos en lengua
vulgar y cotidiana por sus adláteres pagos.
Recuerde siempre que la
Plutocracia es el gobierno del dinero.
No vaya a ser que nuestra
débil Democracia se consolide definitivamente en la defensa de los intereses de
las minorías, apuntalada por el voto de las mayorías de quienes trabajan y no
pueden prosperar. La inmensa mayoría de gente que por necedad, desinterés,
vulgaridad y propensión al auto exterminio vayan paulatinamente olvidando que
alguna vez, ellos también tuvieron sueños.
No hay comentarios:
Publicar un comentario