Brillante sobre el Mic
por Alberto Carbone
Yo vi tu corazón brillante sobre el Mic en una mano
Fito Páez
La Historia, con mayúsculas,
suele poner las cosas en su lugar.
Hoy, en nuestro país,
algunos compatriotas todavía niegan la impronta decidida y definitivamente
transformadora que produjo el denominado primer Peronismo de mitad del Siglo
pasado.
Es cierto. Existe gente
negadora. Resistente y desaprensiva que asimila al populismo como sinónimo de
promiscuidad, banalizándolo, vilipendiándolo, caracterizándolo como el factótum
decisivo y germinal de la destrucción social.
Pero si ahondamos en las
explicaciones, las razones, y justificaciones de quienes así opinan,
rápidamente concluiremos que definen aquellos conceptos a partir de premisas
que no han sido capaces de elaborar por ellos mismos sino a través de opiniones
o aseveraciones de los Medios periodísticos concentrados, quienes irradian y
postulan verdades absolutas, para que la opinión pública solamente repita y
proclame lo establecido por la opinión publicada.
En el mismo sentido,
distinguimos representantes de la oposición política auto caracterizado como de
ideología de “Centro Derecha” de escasísimo nivel cultural e ínfima capacidad
intelectual. Eso es así definitivamente porque sus mentores los necesitan sin
formación intelectual, básicos, limitados, para que repitan y defiendan los
postulados del Poder real sin distorsiones, sin cuestionamientos. Fíjese si no
es tal cual, Sr. Lector, Sra. Lectora. Mire a su alrededor, en nuestro propio
Distrito, la inmensa cantidad de postulantes de Centro Derecha y observe que a
ninguno se le cae una sola idea, un pensamiento inteligente respecto de nuestra
Localidad, una mínima estimación de propuestas. Solamente expresan su devaneo
por los cargos y su encumbramiento. A todo esto debemos sumarle el limitado
alcance discursivo. Lastimoso, lánguido, oportunista, impresentable.
Por eso cuando aparece a la
luz Cristina, brillando sobre el micrófono como una celebridad, como una luz
inextinguible que propone futuro garantizándolo al iluminar la transformación
del país en sus doce años de administración, la oposición calla, no puede
emitir sonido, se disuelve por comparación entre personalidades, hasta se
esconde.
Es lógico que quieran que
desaparezca Cristina de la faz de la tierra. Porque con ella iluminándolo todo,
no tienen razón de existir, ni justificaciones.
Si usted me pregunta qué
cosa poseen a favor estos burdos, inconcebibles, mediocres e infames, que
únicamente persisten en su incapacidad por preservar sus emolumentos, le
contesto que es el voto de los inocentes y de los necios.
Los inocentes votan
Cambiemos, porque los Medios concentrados los bombardean a favor del “cambio”.
Una postulación genérica que los productores de aquella falacia no explicaron
jamás. Pero con ese discurso ganaron las elecciones y por muy poco encumbraron
a un abombado al sitial de honor presidencial.
Los necios también votan
Cambiemos porque no se resignan a que el Peronismo continúe con vida. Nada más
que por eso. Aunque personalmente les vaya bien con el gobierno popular, no
resisten reconocerlo. Es la necedad patentizada en un pobre hombre ex Diputado
Nacional por el ex Radicalismo dentro de Cambiemos y lánguido actor de cine y
teatro, que vomitó descaradamente por T.V. su deseo de vivir únicamente para
ver con sus ojos la desaparición del Kirchnerismo. Triste paradoja de un triste
personaje acabado, quien fuera perseguido en la década del setenta por el terrorismo
de Estado, exiliado para preservar su vida y que en la actualidad demuestra su
tremenda orfandad de Valores y Principios.
La inocencia de los incautos
y la necedad de los auto percibidos inteligentes, pueden acabar con la Nación y
hacer sucumbir la Patria.
Ojo estimados lectores. Digo
la Patria, la Nación. No el país.
Porque la Argentina seguirá
existiendo, aún con abombados o beodos, con postulantes que se cruzan de un
Distrito a otro, con quienes realizan operaciones inmobiliarias a favor de sus
intereses económicos y se amparan en el silencio de los Medios hegemónicos a cambio
de inversión en publicidad.
El país continuará. ¿Acaso
el general Roca no era argentino?. Un extremo de la biblioteca nos informa que
este militar edificó el país a partir de la incorporación de una vastedad de
territorio destinado para la labranza. Tremenda inmensidad que de no haberse
decidido por su incorporación nacional, la hubiese usurpado Chile.
La otra mitad de la
biblioteca, enumera a miles de indígenas desarmados combatiendo a pie y
asesinados por el ejército a caballo con fusiles Remington, adquiridos en EE.UU
de América por medio del dinero que los sectores sociales encumbrados
concedieron al Estado, con el objeto de pertrechar a los uniformados.
El coronel Julio Argentino
Roca regresó de la Campaña al Desierto en 1880 y recibió dos reconocimientos:
el grado de General del Ejército y el cargo de Presidente de la Nación.
El problema entonces no es
la Historia, los hechos, sino su interpretación. Eso lo sabe muy bien Don
Héctor, quien conoce perfectamente el grado de limitaciones de la opinión pública
y manipula sabiamente la inoculación de los intereses de la Elite por medio de
la opinión publicada.
Por eso Cristina deslumbra,
vaticina, advierte, recomienda y como una maravillosa pitonisa revela el futuro
próximo y trata en lo posible que nos prevengamos.
Brillante sobre el micrófono
se explaya, se distiende, se difumina entre los miles de participantes que en
la calle y de a pie escuchan su voz y se conmueven.
Esa es la Patria. No el
país.
La Nación de los argentinos
todavía permanece hibrida, desangelada.
El otro día un grupo de
cordobeses desgañitaba sobre la Plaza central de la ciudad mediterránea
exclamando que votan a Macri porque son “la Docta”. ¿ Usted lo puede creer?.
¡Hace doscientos años por lo menos que esa provincia perdió aquel sitial!. Pero
esos abombados persisten repitiéndolo. ¿Por eso votarán abombados los
abombados?.
Mientras tantos la vida
continúa como podemos.
Viendo actitudes que nos
satisfacen más o menos.
Por eso tal vez seguiremos
repitiendo:
¡Cosas Vederes Sancho!
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