La
Confabulación de los Imbéciles
por Alberto
Carbone
Ayer, 06 de febrero, pudimos ver al diputado De Loredo llorando por
televisión, según él porque no le dejan ser “reformista” otros, mal pensados,
dicen que su lamento se debió a que no le alcanza el sueldo para pagar las
expensas.
Sea por una causa u otra, De Loredo dio vergüenza ajena.
Porque va a quedar en la historia risueña, dentro de las pobrísimas
expresiones de la memoria política del país, tal y como quedara Domingo Felipe
Cavallo cuando se lanzó a llorar ante los jubilados, recordando él lo padecido
por su padre, percibiendo un magro haber jubilatorio.
No llore Señor Ministro, le
expresó cara a cara, la jubilada que centralizaba los operativos callejeros de
nuestros viejos.
El día 06 de febrero a De Loredo le sucedió algo similar.
¿Se emocionó diputado?.
Le espetó un compañero de prensa y el diputado se quebró un poco más,
remarcando que el radicalismo es reformista y los fundamentalistas no los dejan
hacer.
¿Se referiría a Los Fundamentalistas del Aire Acondicionado?.
La verdad, sea por una cuestión u otra, el perfil de quienes manejan los
resortes políticos del país es vergonzoso.
Ahora mismo. 08 de febrero. Con la Ley Ómnibus desarticulada por decisión
de quienes precisamente la hubieron presentado y votado, el Poder Ejecutivo se
lanza a intentar derogar la Ley de Suspensión del Embarazo.
¡Son los mismos impresentables de La Libertad Avanza quienes la
presentan en nombre de Milei!
¡Una decisión legal que a partir del año 2020 redujo a la mitad la
mortalidad de las embarazadas!.
¿Usted lo sabía?
¿Acaso usted no sabe que este gobierno está decidido a quebrar la
dignidad del habitante de nuestro país?.
¡Pro cómo!. ¿Usted que votó?.
¿No me vaya a decir que votó a…?
Claro. Si votó a Milei ahora y en 2015 al Abombado con título
universitario comprado por el papi, debo confesarle que lamentablemente está
inhibido de razonar este mensaje preciso y sencillo.
Porque comencé contándole del pobre infeliz del diputado cordobés. Pero sabe
una cosa. Él tiene justificativo para votar como lo hace.
De Loredo debe tener muchos costos fijos. Muchos gastos.
Una vida de satisfacciones y alegrías.
¡¡¡Pero usted no!!!
¿Qué está haciendo, votando como el lloreta?-
Déjelo que llore, déjelo que continúe su periplo acrecentador de
ingresos. Pero usted vote bien. ¡¡Por favor!!!. Vote a favor de usted.
¿¿La escuchó hablar a Lilia Lemoine??.
¿¿Escuchó hablar a Oscar Zago??
Ellos van a suscribir el Proyecto de Ley en contra del Aborto con castigos
de hasta de tres años para la mujer que se someta a esa intervención.
Por ello le sugiero una vez más:
Piense siempre cuando vaya a votar.
Piense siempre, si puede.
Piense. Piense.
Porque existe gente peor que los cobardes, que los miserables, que los
vendidos, que los ingratos, que los desalmados, que los insensatos y deshonestos.
¡¡Existen los imbéciles!!!
En este momento y gracias a quienes los votaron, se perpetró una
confabulación de imbéciles que no sabemos cuánto van a sostenerse en el tiempo.
Pero están allí, en el control político por los votos obtenidos.
Están allí, y nosotros, que no contribuimos a ese desaguisado tenemos
que padecerlo sin merecimiento alguno.
Por eso, cada día que pasa y ante este calvario no deseado, repetimos en
conjunto las palabras de Don Miguel de Cervantes:
“Cosas Veredes Sancho que non Saperes”
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