Cuesta Abajo
por Alberto Carbone
El Dolor de
ya no Ser
Mientras se caen los velos que cubren las verdaderas
intencionalidades del Proyecto Político de Cambiemos, la gente común, o como
suele decirse, la gente de la pie, añora la falta de cumplimiento de aquellas promesas,
expectativas que de alguna forma supieron hacer crecer entre los votantes, los devenidos en políticos que triunfaron en
las elecciones últimas pasadas.
Para quienes tienen alguna historia en esta lides, era
inexorable que Cambiemos resultara un fiasco para los intereses de inclusión e
igualdad de oportunidades sociales. Los sectores encumbrados a nivel económico
y político que sostuvieron al Pro tantos años y que posteriormente se mezclaron
dentro de esa indefinición programática que decidió identificarse con el nombre
Cambiemos, por influjo de algún pseudo politólogo latinoamericano, no tuvieron
jamás respuesta para compensar de alguna forma a tanto excluido o necesitado
que persiste en la Argentina a pesar del paso de los años.
Tu Voto mi
Voto
Sin embargo, muchos nos hemos desayunado con la
tremenda realidad de advertir que más del cincuenta por ciento de la población
en condiciones de votar trasunta un pensamiento básico profundamente llano, sin
capacidad de evaluar o examinar críticamente lo que les prometen en las
Primarias Abiertas. Me refiero a quienes votan por compromiso, sin convicción o
aún peor, por antipatía contra alguna figura estelar, coyuntural, a quien se la
imagina con vocación de mantenerse en el Poder.
La gente vota también en contra de quienes son
demonizados por los Medios de Difusión Masiva. Si el candidato es un mantenido
por la fortuna familiar, al que no se le conoce actividad laboral, con franca
ineptitud intelectual, pero es protegido por los Medios, la opinión pública no
se preguntará respecto de sus condiciones intelectuales, o no dudará de sus
aseveraciones.
En realidad este es el primer problema. El segundo
acontece al advertir que un incapaz que accede al Poder estará signado por la
defensa de un Modelo Político que dirigirán sus mandantes, aunque al llevarlo a
cabo se desacompañe con los procesos políticos en todo el mundo.
Modelo para
armar
En verdad, todos los procesos políticos deben ser
guiados por un Modelo de Crecimiento económico y social que imagine un país
para todos sus habitantes. Para lograrlo deben tenerse en cuenta los intereses
de cada sector social y dirigirlos hacia el bien común, meta única y definitiva
que debe sostener la acción de los candidatos. Sabemos que lograr la
interacción de los distintos intereses es muy difícil, sabemos además que cada
sector pugna por prevalecer, todo ello lo sabemos y por consiguiente, somos
conscientes de que es casi una ingenuidad proponer una salida debatida con
todos los sectores, porque conocemos la dificultad de llevar a la práctica
dichos acuerdos. Para lograr conducir el barco a buen puerto hay que ser un
buen timonel, No un improvisado. No un recitador de buenas intenciones, no un
vulgar hombrecillo sobreestimado por los Medios.
Hacer un país de grandes acciones se puede sólo con
grandes hombres y mujeres, seres preparados y comprometidos, individuos
convencidos de que una Nación íntegra no se logra en la disputa cotidiana de
intereses de sector sino en la construcción de políticas públicas de largo aliento.
Existen intereses de sector, grupo o facción, que van
a persistir en mantener sus beneficios en detrimento de grandes mayorías. Si no
surgen políticas destinadas a compensar las asimetrías, la brecha entre los
grupos mejor y peor posicionados a nivel económico seguirá ensanchándose. Estas
son las vicisitudes que no evalúa el porcentaje más elevado del electorado. La
gran mayoría sólo vota, cumple con su deber, en el mejor de los casos, y se
deja llevar por la opinión de los Medios de Difusión. Después, cuando empiezan
a verse sangrías violentas motorizadas por el cambio de Modelo Económico, la
sociedad estalla como adolescente, reclamando por lo que ya no tiene,
injuriando a quienes llevó al triunfo electoral, culpándolos de la desgracia
generalizada porque no cumplen lo prometido.
Cuesta abajo
Se trata de sentir el Dolor de ya no Ser de quienes
dijeron Ser lo que no eran. La sociedad entonces deja de creer y reacciona con
pasos destemplados.
Una parte de ese grupo social, intempestivo, creído de
lo que no es, que tiene siempre una respuesta improvisada para cada situación y
que debe modificarla con el tiempo, y que como el ignorante cree en su
capacidad porque no se conoce en profundidad, que adolece de pensamiento
racional, nos gobierna hoy. Recordemos que tuvimos que soportar que dijeran que
un ciudadano medio con su sueldo medio no podía aspirar a cambiar siquiera su
celular. Otros representantes electivos dijeron que este gobierno es quien más
ha hecho por los pobres en los últimos treinta años.
Pensemos que el Ministro de Economía fue a pedir
perdón a Inglaterra y que ya endeudó al país en un año más de lo que se endeudó
en diez años y solo para cubrir gastos corrientes.
Ubiquémonos en
un país con millones de personas en la pobreza extrema y a quienes este
gobierno sólo los multiplica.
Meditemos respecto de que la nueva metodología
política de los EE. UU de América es escapar de la recesión internacional
cerrando su economía, invirtiendo dentro de sus fronteras, y este gobierno hace
de Argentina lo opuesto.
No se trata de la defensa a ultranza de los últimos
doce años, se trata de evaluar si el cambio de rumbo político benefició o
traumatizó el cuerpo social del país en sólo doce meses de nuevo gobierno.
Deberemos preguntarnos qué queremos para el país. Qué
rumbo acreditamos a partir de nuestro voto. Qué constancia eficiente nos
muestran los candidatos, para asegurarnos que su oferta de campaña es realista
y sobre todo sincera.
De todas formas creo necesario que quienes destruyen
el patrimonio nacional deberían ser expuestos firmemente ante la opinión
pública. Porque son traidores a la Patria quienes la desfinancian, quienes
corrompen el tejido social con desocupación y hambre, quienes destruyen la
industria nacional, quienes asumen tamaña responsabilidad de dirigir los
destinos de la Nación y no están preparados intelectualmente. Pero traicionan
también quienes desde su rol legislativo defienden tamaña insensatez. Porque la
Patria es de quienes entregan su esfuerzo para verla crecer y no de quienes se
sirven de ella por apetencias personales o de grupo.
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