El Peronismo en su laberinto
por Alberto Carbone
El Peronismo es un
Movimiento Popular de Masas originado a mediados del Siglo XX en la Argentina.
Su aparición no fue fortuita y su origen y procreación no surgió a partir de
generación espontánea.
El surgimiento de un movimiento
político que acumularía con el correr del tiempo tamaña envergadura fue fruto
siempre, como acontece y ha sucedido en cada momento y lugar, de un proceso
histórico a través del cual se van comprometiendo distintos sectores sociales,
variadas fuerzas económicas y algunos grupos políticos, todos ellos resultantes
de conglomerados diversos que van encontrando canales comunes de expresividad y
confluyendo en un espacio común y representativo.
Además, en todos los casos,
siempre existe un antagonista. Un núcleo o sector de interés que con
apreciaciones disímiles a las promovidas, tergiversa, corroe, dispone acciones
o distorsiona los hechos y las actividades, introduciendo una instancia de
interpretación dispar de la realidad política, que proporcione, concite e
instale un espacio de confusión en la
opinión pública.
Tres fueron las variables
que facilitaron la aparición del Peronismo en la realidad argentina.
La situación política.
Argentina aparecía como consolidada
después del Centenario de 1910. La elite oligárquica manejaba el gobierno y el
poder y los campos destinaban su producción a Europa. Con el correr del tiempo,
diez años consecutivos de la denominada Década Infame (1932.1942) habían estructurado
aquel control decisorio. La oligarquía construyó su sucesión en el gobierno con
la nominación del salteño Robustiano
Patrón Costas, oligarca tabacalero que había incautado territorio aborigen para
sus plantaciones.
El fraude electoral,
instrumentado durante aquella década, era la garantía de su triunfo personal y
del logro victorioso de su clase social.
Un golpe de estado
nacionalista en el mes de junio de 1943, recreó la esperanza de vastos sectores
humildes, a partir de la creación de la Secretaría de Trabajo y Previsión de la
Nación.
La situación económica.
La Nación nacida en medio
del Siglo XIX al calor de la Constitución Nacional, se forjó sobre la base de
los intereses económicos de la elite propietaria de tierras.
Un pequeño grupo de
alrededor de doscientas familias se repartió el territorio ancestral del indio
a fuerza de muerte y desolación y volcó esa inmensa vastedad a la producción cerealera
y de la carne, instrumentando la política que se denominó expansión de la
frontera agrícola.
El país se había configurado
como proveedor de materias primas al mercado externo después de la Campaña al
Desierto de 1879 que asesinó alrededor de diez mil aborígenes e introdujo en
Buenos Aires cerca de cinco mil capturados que oficiaron como esclavos
modernos.
Una Nación para el desierto
argentino, diría un historiador, reflejando cómo y de qué manera un reducido
grupo de familias se fueron apoderando de toda la riqueza nacional para ponerla
al servicio de su sector.
La situación social.
Miles de argentinos sumidos
en la pobreza. Los habitantes de las provincias y de las ciudades condenados a
trabajar más de dieciséis horas por día. Los obreros fabriles eran conchabados
por migajas en las incipientes industrias del suburbio de Buenos Aires. Desde
la Secretaría de Trabajo y Previsión, se desarrolló una política de
distribución de bienes muebles y de
reparación de las necesidades más acuciantes del sector humilde. Extensas filas
durante largas horas del día se sucedieron con gente que reclamaba diversos enseres
o solicitaba todo tipo de asistencia. Además, la institución generaría Decretos
Leyes destinados a fortalecer la dignidad de los desposeídos.
Vacaciones pagas, régimen de
ocho horas de trabajo, aguinaldo, jubilación, francos laborales, leyes para la
mujer, la minoridad y la vejez.
Aquel proceso colapsó en dos
años. En 1945 el gobierno de facto sustituyó al Secretario de Trabajo y lo
consignó en prisión.
Los sectores humildes
emergieron de las profundidades de la historia. Se hicieron ver en Plaza de
Mayo el 17 de octubre de 1945. Reclamaron el retorno del responsable de la
Secretaría, quien se había transformado en su líder, el coronel Juan Domingo
Perón.
Parecía que abruptamente
comenzaba a escribirse la historia nacional con otros protagonistas e
intereses. Pero en realidad eran años de dolor que estallaban en la historia.
Durante diez años el primer
Peronismo consolidó las Leyes sociales y expandió el Proceso de Sustitución de
Importaciones.
Pero aquel cambio político
que hizo eclosión un 17 de octubre, llevó consigo y consumó los objetivos de
varias generaciones que compartieron lucha y dolor de las comunidades
condenadas a la pobreza.
La aparición del Peronismo
le dio sentido y permanencia a aquella lucha por las reivindicaciones sociales
y ese sentimiento perduraría en las generaciones subsiguientes.
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