La
venganza de He-Man y los Amos del Universo
por
Alberto Carbone
Así estamos, estimado lector.
Así estamos.
La Constitución de 1853 fue clara y
precisa.
Se redactó con la convicción suficiente
como para no dejar ninguna duda al respecto.
El país que nacía tenía dueño y estaba conformado
por el sector social que se había apropiado de la mayoría de la tierra
productiva.
El Proyecto Nacional, pomposo y
excluyente, se apoyaba en la perpetuidad y constancia de la ideología y deseos de
los poseedores y de sus herederos.
De esa manera, el futuro sólo sembraría
dicha y logros para los “constitucionalistas”, quienes en las dos décadas posteriores
ampliarían sus acreencias y su rentabilidad, gracias al “ejército nacional” y
al General Julio Argentino Roca.
Quienes escribieron la “Carta Magna” y
"constituyeron" el país de los argentinos, también estaban seguros y
conformes de saber que solamente ellos eran y serían merecedores de ser
considerados como argentinos.
Enseguida entonces, la Oligarquía
estableció a perpetuidad su magnífico esquema soñado. Un país agrícola ganadero
para la exportación hacia el mercado mundial.
Ese fue el estricto tema del cual versó
la única vocación e interés de los “fundadores” por formalizar esta “República”.
Claro.
Usted dirá:
¡¡Pero los trabajadores urbanos entonces,
¡¡¿de dónde surgieron?!!!
La respuesta es palmaria.
¡¡¡¡Surgieron de la Patria!!!!!. Ni más
ni menos.
¡¡Pero atención Sras. y Sres. Que la
Patria es otra cosa!!.
Este tema es largo y tedioso de
desarrollar. No es suficiente desencadenar en un pequeño escrito el desarrollo
y prosecución de estos conceptos, pero en beneficio de la síntesis, tan
necesaria y esclarecedora, podríamos concluir que los famosos laburantes de
fábrica que comenzaron a pulular desde principios de Siglo XX, se consolidaron
definitivamente al compás del avance peronista.
Por eso fue, si usted recuerda, que el abogado y escritor argentino John W.
Cooke hubo de categorizar muy claramente al Movimiento Peronista en oportunidad
de lanzarse a hacer docencia respecto del origen de ese nucleamiento,
expresando que "el Peronismo es el Hecho Maldito del país burgués".
¡¡Cómo no va a ser definido como
maldito, si quienes habían edificado un país a su imagen y semejanza, aquellos
burgueses auto apropiadores, jamás habían contado con tener que soportar los
reclamos y la presencia de esos elementos bastardos e impresentables que
enfervorizados y sobre excitados, reclamaban indeseables pretensiones de
bienestar que no les correspondía!!!
Nótese estimado lector, estimada
lectora, que el Diputado Cooke no hizo referencia en su definición al concepto
de “Nación”.
John William Cooke mencionó específicamente
la palabra “país”.
¿¿Sabe por qué??
¡¡Porque la Nación NO es el país!!.
La Nación es un término más inclusivo y
abarcador. Una voz filial, superadora. Una “comunidad de cultura”.
¡¡¡¡Y el pueblo NO
"constituyó" este país!!!.
El pueblo observó desde fuera de las
decisiones, la forma por la cual los dueños de los intereses económicos del territorio,
cerraban filas entre ellos para dividirse el gran negocio.
La diferencia fundamental con la
actualidad está basada en el hecho de que durante el Siglo XIX y el primer
tercio del Siglo XX, el sistema democrático fue manipulado exclusivamente por
la Oligarquía.
Hoy, los "Peloduros" del
actual gobierno, quienes se hicieron del Poder Político a expensas del Poder
Económico real y de los votos del cincuenta y cinco por ciento del resto de “Peloduros",
saben muy bien que sólo destruyendo en forma definitiva a la totalidad de los
sectores del Peronismo podrán quedarse a
vivir en la Rosada “per saecula saeculorum”.
Es así Sr. y Sra. que leen y agradezco
que lo hagan.
Se trata en definitiva de cimentar un
país sin pueblo al servicio de alrededor de dos millones de personas que se
autoproclamarán argentinos y que vivirán a expensas de la explotación y
padecimiento del resto de habitantes, excluidos, indignos y desmembrados de
cualquier proyecto, plan o programa de interés general.
Recuérdese por favor que dos millones de
personas representan alrededor del cinco por ciento del total de habitantes de
nuestro país.
Es así.
¡¡¡Pero quienes votan apoyan este
esquema con su sufragio!!
ya les dije. ¡¡Es así!!
¿¿¿Y nosotros entonces que haremos???
Sin lugar a dudas seguiremos repitiendo:
"Cosas Veredes Sancho que non
Saperes"
No hay comentarios:
Publicar un comentario