El dilema de la Clase Media
Por Alberto Carbone
Los últimos dos años han dejado
diversas enseñanzas para quienes tienen la vocación de intentar aprender y
prestar atención a la situación social y política del país.
Esta perfectamente claro, para
quienes mantengan ojos atentos, posturas
racionales y estimulen aunque más no sea una pequeña autocritica, que el apoyo
a Cambiemos, desvió la ruta del país, conduciéndola por carriles disímiles, a
través de decisiones que orientaron el camino hacia otros objetivos.
Creo conocer bastante bien las
tradiciones y valores sociales y morales de un amplio sector de Clase Media
argentina, a ese sector pertenezco e interpreto bien que esa parcialidad social
no tolerará jamás reconocer cierta clase de errores, que los comprometa con reconocer
sentirse responsables de un desacierto en la elección de un candidato, creo más
bien, que antes de ello, justificará ese voto como su reacción particular y
privada, contra el modus operandi establecido durante doce años, que a su
juicio, debía concluir.
Sin saber muy bien explicar la
razón, estos representantes del sector medio de la sociedad, explican su voto
anti K, como un amparo ante el avance de los beneficios de los grupos sociales
más humildes, que se sostenían en la política de contención social para evitar
buscar trabajo. Un enorme porcentaje de votantes, responsabilizó a la
Administración anterior, de haber otorgado prebendas de índole económica a los
más pobres, a costilla del aumento de impuestos a los Sectores Medios. Esa es la justificación política de este
grupo social que ignora qué quiere decir la palabra política, pero que la
define según los dictámenes de parámetros establecidos por la Cadena
multimediática del Diario Clarín y sus secuaces.
¿Sabe por qué se lo digo?. Porque
si no fuera así, ¿dígame quienes pagan hoy las prebendas que la Administración
Macriana le ha otorgado al sector social más adinerado de la Argentina?.
¡La que soporta la carga
tributaria mayor en este país sigue siendo la Clase Media!.
¡Con la diferencia que ahora,
los que estaban bien económicamente en la Era K, siguen estándolo y la
situación de los más vulnerables ha recrudecido!.
Muchos votantes ya han tomado
una determinación. En las elecciones próximas no acompañarán a Cambiemos. No
repetirán el error. ¡Pero como es un error no reconocido, tampoco acompañarán a
Cristina!. Nos encontramos entonces frente a un dilema crucial, que puede teñir
los próximos años de nuestro país.
Ante las multiples ofertas
electorales que se producirán este año, estarán las que brinden las
parcialidades peronistas.
¡El Peronismo irá dividido a la
contienda electoral, para regocijo de Cambiemos!.
No voy a detenerme en la
elucubración de la conveniencia o no de las PASO. Solamente quisiera que
atentamente evaluemos qué puede pasar en una elección dónde el Peronismo se enfrente
a sí mismo y le otorga campo disponible a la actual Administración para que a
sus anchas y sin poseer candidatos de fuste, triunfe sin despeinarse.
Aquí entra en juego la
evaluación de los acontecimientos. Si el amplio sector social que votó
Cambiemos con la sola intención de que perdiese el FpV, no reconoce el error de
haber cambiado un caballo por un burro, repetirá el error.
A esta altura, la coyuntura me
incita a pensar que con esta ecuación el gran ganador es el FR, a quien
definiremos como el tercero en discordia.
Aquellos votantes de Sergio
Massa, que en la elección definitiva optaron por Macriano, ahora volverán a
Massa.
No importa el Proyecto, no
interesan los candidatos. Para la Clase Media son todos iguales. ¡Lo único que
saben seguro, es que no puede volver Cristina al ruedo político!.
La presión de los Medios de
Comunicación Masiva es elocuente. No ha sucedido sólo en nuestro país. No estoy
infiriendo que los votantes argentinos son irracionales. Lo mismo ha sucedido
en casi todo el mundo.
¡Aconteció en el propio EE.UU de
Norteamérica, con la victoria inesperada de Donald Trump!.
Sucedió en Gran Bretaña con el
triunfo del Brexit, impulsado por los más importantes comunicadores sociales.
Ocurrió en España cuando después
de un año de intentar formar gobierno, repitieron la elección y volvió a
triunfar Mariano Rajoy.
La opinión pública, naturalmente
despolitizada, desinteresada y asqueada de esos temas, se deja llevar por los
trascendidos periodísticos y vota en consecuencia.
El resultado: Usted lo está
viendo. Si no lo ve lo siente en el bolsillo. Si no lo siente en el bolsillo
entonces, quédese tranquilo, porque probablemente pertenezca al sector social
que votó conscientemente, a favor de si mismo.
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