La tétrica mirada de la muerte
El Estado que parimos o el Estado que
nos parió
Por Alberto Carbone
La estrategia macrista planteada en la
supuesta creencia de que con el solo advenimiento del nuevo gobierno renacería
la esperanza de cambio o consolidación económico-política, se está diluyendo.
Para empezar, los autoproclamados
ideólogos de la aventura
neoconservadora, no advirtieron, subestimaron o sencillamente ocultaron, los
avatares del factor externo, para realizar un corrector análisis de situación
de la realidad nacional y de su incidencia y vulnerabilidad interna.
Está más a la vista que se les ha
escapado de control la variable económica. Después de los beneficios repartidos
a los sectores de mayor poder, como las quitas de retenciones, la apertura de
importaciones, la devaluación y suba de precios, esperando como contrapartida
una respuesta eficaz de los agraciados que coadyuven a encaminar la
gobernabilidad, han recibido una respuesta de extremo interés: estos factores
de poder han contestado con el bolsillo.
En el sector externo no les fue mejor.
Los bonistas buitres siguen reticentes a acordar ofertas que de seguro han pensado
en las oficinas de Thomas Griesa en
nombre de nuestro país. Mientras tanto, el ministerio de Economía sobrevuela
todas estas variables y no atina a dar respuestas eficientes a ninguna de
ellas.
Luego del receso impuesto por la etapa
estival, los Sindicatos comenzarán a dilucidar el lugar que les corresponde
reclamar dentro del pretendido “sinceramiento” macrista.
El mes de abril del corriente año será
significativo. Los grandes gremios de la producción seguramente exigirán una
respuesta idónea que restablezca el poder adquisitivo derrumbado por este joven
gobierno de viejas y conocidas caras.
La propuesta salarial docente, que
eleva el sueldo un cuarenta por ciento para el mes de julio, es un atisbo de lo
que sucederá.
Si los docentes pueden acceder a este
determinado monto, qué conseguirán entonces los sindicatos de específica raíz
industrialista.
Pero si el sector externo continúa
endurecido y la fluidez de la corriente de divisas no se encamina hacia dentro de
nuestras fronteras, todo lo contrario de lo que parecería indicar, porque es
posible un corrimiento de inversiones hacia el Brasil, qué otra salida le queda
a un gobierno como este, orientado al debilitamiento del poder del Estado que
no sea continuar devaluando la moneda?.
Si el macrismo no endeuda fuertemente a
la Nación, en el presente estado de situación, no tendrá divisa suficiente para
emitir dinero y no podrá hacerse cargo del abultado déficit interno, tanto el
heredado como el que comenzaron a desplegar en el nuevo gobierno.
El mentor de la figura de Macri y de
Cambiemos generó expectativas en la población, asentadas en la promesa
superadora de la nueva realidad, en el shock de confianza interna y externa que
inspiraba el cambio. La derrota de esta aseveración, la simpleza o estrechez de
análisis, está a la vista.
No solo el oficialismo está cumpliendo
con las metas que le configuran los factores financieros de poder real nacional
e internacional sino que además estos grupos todavía no están seguros de la
sinceridad del gobierno y solamente atisban a hacerle una venia. Congratulados
por la vuelta a casa de la Argentina, por su realineamiento y reconfiguración
dentro del panorama internacional y de los requerimientos del Dios Mercado
Capitalista
Los factores de poder le hacen al oficialismo
nuevamente una venia. Como una expresión, una señal: la tétrica mirada de la
muerte.
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